ἀφασία

Afasia
A quien se lo diré, que no lo cuente.
¿Con quién compartir las palabras dolientes, frías, vividas, desafiantes, temblorosas, nerviosas o valientes?

Ya no partiré a la luna a buscarte, me quedaré en casa para encontrarme. Mirando desde dentro la lluvia silenciosa y distante, aun así encontraré lo que busco

¿No has pensado quizás nací para doler? Se que no piensas eso cuando me desbordo sobre tus muslos, cuando saco el agua de los pozos distantes y la camino por kilómetros, cuando danzo con mis velos y castañuelas, cuando me anticipo a tus pasos

Todos se alejarán porque no pretendo interpretar más los oráculos

Camino en un bosque de conocimientos que me señalan direcciones opuestas y convergentes, la otra noche me lo reprochaste y es uno de los puñales que me siguen haciendo sangrar hasta hoy. Junto con los otros 4. Nada tiene sentido, ni aquí ni allá. Sólo donde estoy mirando la lluvia caer.

Y observo salir del cuerno poemas paridos consecutivamente, nimiedades que se consumen nuestros días, nimiedades que consumen todos, inútiles… como todo lo inservible que grita el capataz de la tienda. Me sigo resolviendo con estas frases, borrando y agregando letras.

Juego a ser dios, el dios que todos veneran. Igual que él destruyo a quien se me antoja y lanzo castigos y juicios irracionales y aleatorios. ¿Será que por eso me venerarán y me buscan a su conveniencia?

Soy diosa y ahora hablaré mientras pueda

Quizás en 20 siglos logre comprender estas palabras que hoy estoy pariendo
¿Por qué si no lo hago yo…? ¿Qué espero cuando las disparo hacia ti que no ves más que el famoso espejo negro?

Hey! ¿Ya lo viste? Están listas las piezas del ajedrez
¿Juegas?
Al posible vencedor le vendaron los ojos.

Hey!… Oye… ¿tiraron las piezas del ajedrez? ¡Por favor, dime que lo notaste!

… Ahora entiendo, olvidaba tu vendaje

La gente que estaba ahí no quiso escuchar las advertencias, siguieron ensordecidos por el ruido de las bestias mientras otra bestia los embestía
Las otras me tejen un vestido transparente
Por enésima vez, mi madre esta muerta, mi padre salió a recuperar el tiempo perdido

¡Y si!, las lagrimas me visten una vez más, pero siendo poetas… sabrás, escribimos de aquello que nos engulle el alma. Eso es mi poesía, hasta que nos morimos de la imposibilidad de hablar. Afasia.

Paloma Domitsú/ Martha Vargas
Catarsis Mexicana