
En el lado izquierdo, opuesta a la luz
Ahí yace su esplendor
Se revela orgullosa de su profana felicidad melancólica
Tan mal nombrada, como inexplorada y temida
Sin embargo deseada, incluso en estos constantes lúgubres amaneceres.
Tenebrosidad, se sabe digna de adornarse con la luna llena
El tenue silbido que resbala en las ramas la anuncia
Mientras ella con su intangible poder dirige al riachuelo
Protegiendo grandiosa con su manto de tinieblas.
Siniestra… así le llaman por no entenderla,
por no revelar sus misterios
Entregada por completo no ha dejado sin respuesta
Amantes, sabios, brujas, deslumbrados, fugitivos le invocan
Su inesperado abrazo volverá en el momento exacto
Recibirá sin cuestionar las lágrimas del que tuvo que decir más, abrazar más, amar más, a los que ya partieron.
Volverá constante, a recibir historias nuevas y viejas narrando partidas
Siniestra,… por provocar a los comunes a conjurar hechizos y rezos mágicos
Por embellecer con su nada la vaciedad de los disfraces de aquellos devotos que se dejan provocar, escapando momentáneamente a las cadenas de sus rezos…
Jugando a ser demonios y brujas sin rendir cuentas a Dios
De esta noche siniestra todo nace
Y todo obscurece, si tú dejas que te hipnotice
También te mostrará las puertas donde todo acaba y comienza
Noche siniestra, siniestra serás
Para los que están a la derecha
Para los que encienden la luz.
Paloma Domitsú / Martha Vargas
Poeta Mexicana
Octubre 2020