Nieve líquida

Lluvia blanca al despertar, impredecible pero esperada
Augurio de nuevos tiempos, vísperas de amaneceres de vida soñada
Susurro de identidad y certeza en lo que sé que soy con plenitud absoluta.

Nieve liquida que recorre las montañas y persigue al horizonte
Gritando posibilidades mientras anda su camino
Arrastrada por la gravedad, fuerza invisible e incomprensible
que todo lo atrae hacia su centro exigiendo incluso que llegado el momento,
la existencia física le sea devuelta y no quede flotando, por más doloroso que nos parezca
tierra absoluta y firme que urge abrazar nuestra materia inerte.

Nieve liquida… gota, canto de nostalgia por las ausencias invernales, por todo lo que nos acorrala
Llanto que sale a contar su propia historia, recordatorio de la mujer que nadie nunca aleccionará
exigiéndose vibrante poderosa necesaria y fuerte, sutil, amorosa y verdadera…
gritando que ha encontrado nuevamente su camino …. como lo hace esa gota.

Una noche… radiante e incomprendida, decidió irse al mar, sin atajos sin anestesia.

Lluvia blanca en espectacular descenso intempestivo hacia la tierra fértil
Espacio donde han caído confiadas las semillas que he arrojado hace meses
en ese aquelarre bendiciendo la incertidumbre como madre de todas las posibilidades
rezo que nos impulsó a sembrar uno a uno los huesos de nuestras intenciones
con los ojos de la razón vendados, sin saber dónde caían o cuales florecerán,
confiadas de que alguna o todas lo harán, en lugares y momentos impredecibles
dando vida a estos nuevos sueños que serán realidad
regados por esta lluvia blanca que hoy, otra vez, te da la bienvenida.

Paloma Domitsú / Martha Vargas

Poesía Mexicana 2021 enero