Si te quieres destruir no puedo hacer nada
Si no te quieres destruir y yo veo catástrofes
Donde tu vez carnavales
Tampoco puedo hacer nada, aunque regresando a tus realidades
Siempre chocas con algún muro o puño sangriento,
Llanto incontrolado o eres poseído inesperadamente por tus ofensas impredecibles.
He tratado de evitar el colapso tantas veces,
Quizás solo debería dejar que suceda para que veas lo que yo
he dicho tantas frases para ti inservibles
descuidando mi propia tranquilidad por
vigilar tus pasos tambaleantes que
constantemente resbalan hacia el abismo de la muerte
sí quisieras volar volarías
sí quisieras desvanecerte también.
Pero es tu elección no es mi jornada
y no seguiré persiguiéndote con pasos fantasmagóricos
ni recibiendo tus palabras hirientes cada vez que te quieras evadir
No soy refugio de guerra, soy mi propia aventura
soy mi propia exploradora guerrera conquistadora de mundos lejanos
no la lastimosa enfermería de un hospital abandonado y sin recursos
Seré vuelo seré alas, y no esperas angustiosas de teléfonos que nunca suenan.
Paloma Domitsú, poesía 