
Escribo para contar esta mágica historia de brujas sueños y hadas, de orgias deseadas, de violaciones calladas
La vaciedad anhelada que posibilita el recibir
Las palabras cíclicas y las ideas de escapar a cualquier lugar mientras me siga sosteniendo de tu mano y mirando el rocío que cubre tus ojos cafés.
Cómo describir el terror que recorrió mi sensatez cuando todos los del carnaval se fueron quitando uno a uno las máscaras.
La soledad que sintieron mis letras cuando el hombre de barbas eligió un libro negro escrito por otro hombre de espíritu negro como él, en lugar de mis luminosas letras que llevan acentos en las consonantes y danzan desafiando las dudas del subconsciente.
Anticipándome escribiré esa novela que revele las verdades ocultas de todos y todas, principalmente las mías, que llore los ríos que la perfección y la quietud pretenden aprisionar.
Regalaré mi cuento de colas y alas para llamar la atención de aquellas que quiero que me escuchen. Espero que esta vez funcione, solo quisiera escuchar mi nombre una vez…
Dejaré tus fiestas, tus promesas y tus mentiras muy atrás, no se si algún día te quise o si sigo siendo el problema de casi medio siglo, dinamita de puentes que se tienden entre dos egos, derrumbando verdades absolutas. Premios y tesoros que doy y luego arrebato simplemente porque son míos. Silencios entregados cuando incumples tus promesas y mi paciencia se agota, decidiendo acabar con al menos mi mentira, jugando a la piedra gris para que no me hagas mas daño.
Ya no entraré a la sala donde todos se disfrazan de lo que no son, me quedaré aprendiendo a escalar… llegar a las nubes trepada en una ilusión, dando vueltas sobre mi propio eje y sostenida con mis fuertes piernas
No hago nada, así son desde que nací… me las regaló mi madre para llegar libremente a donde quisiera
Dejaré de buscar quien me cuide… disfrazando mis intenciones con miradas de entendimiento sincero, cuando lo que busco es ser entendida sinceramente, esta vez solo tomaré tu mano, escucharé tu historia y regresaré trepada en la misma nube que me condujo hasta tu alma… vendrá un viento bueno que tibiamente me recuerde la abundancia, la confianza y la fe…
No participaré más en los intercambios de favores.. ni tu ni yo los necesitamos ni lo merecemos. Solo sentémonos a conversar, acariciarnos sin segundas intenciones… sin exigir, sin esperar nada a cambio, confiando en nuestra fuerza interna, en la conciencia pura en la que todo abunda y todo es… en que todo lo bueno pasará siempre en este nuevo inicio.
Paloma Domitsu / Martha Vargas 2021